Se desencadena la noche
en un sabor dulce y amargo
se cuela el frio en el débil cristal que capturó mi corazón
e hizo añicos mis sentimientos.

En silencio continuó avanzando
consumiendo mis palabras
dejando tu nombre grabado en mi mente,
donde siempre estarás.

La brisa envuelve la primavera,
el frio consume tu cuerpo con amarga delicadeza
dejando mi ser abatido en la noche.
El dolor será eterno;
tu sonrisa se esconde bajo un velo de estrellas, y
tus caricias ausentes calman mis cicatrices.

Duerme tranquila mi niña
es solo una noche
fría, dulce y amarga sobre mi vida.