El sol nacerá mañana
entre toda la belleza que conozco y me rodea,
entre la corriente y sus aguas
entre el viento y sus brisas
entre el fuego y sus llamas.

Nacerá cada día
casi sin darse cuenta de lo cruel que puede ser la vida.
Nacerá mientras es descubierto por el tiempo
dentro del hielo creará un nuevo mundo;
sobre el suelo las semillas
sobre nosotros su triste tormento.


Si dormir pudiése
las noches llorarían su ausencia
la luna ya no tendría motivo para jugar y escapar;
si dormir pudiése
¿quién nos regalaría las mañanas?

Nacerá y muchos sobre él escribirán
bajo su manto en las cálidas amanecidas
en su fusión con el mar
en cada una de sus partidas.

Será que no entiendes
su vida no es así
es sólo un juego, una forma de cumplir su tiempo.

Nacerá en busca del fuego que arde a la luz de las velas
su mano la ferbiente llama
que abraza nuestros cuerpos,
su sangre el rojo atardecer
su alma la noche más oscura
su vida el brillo en la oscuridad.

Nacerá cuando mis palabras traten de alcanzarte
cuando los caminos se pierdan en los atajos,
en los amplios senderos del tiempo y el espacio,
con la luz de la vida
con la luz de tus ojos.

Nacerá en un vacio corazón de sangre aturdida
sus rayos de vacilantes sentimientos
tienen lágrimas que nunca se secarán.

Nacerá en busca de cada atardecer
vivirá tras la sombra melancólica de la luna
morirá con la llegada de ella
se sumergirá en la profundidad nocturna.