En busca de la pregunta sin sentido
que cambie y destruya todo
descubrí lo desgraciada que ha sido
mi existencía,
un sin fin de mentiras
ocultas en mis ojos,
mis recuerdos se han fundido
con la rutina de la búsqueda;
una mañana quise cambiar lo sucedido
y desear no haber iniciado
este incesante suplicio,
pero ya nada tendría sentido en estas palabras.
Cuando el sol esparce sus rayos
sobre el rocío matinal
la siento en mis labios,
pero viene esa sádica sensación de querer sufrir
y la dejo escaparse
a traves de mi garganta
hacia el fondo de mi corazón.