martes, 3 de abril de 2012

Fuí un Hombre

Fuí un hombre
que no quizo ver hacia afuera,
construí un muro de lamentos
en el vacío de mi alma,
pena a pena fuí edificando
aquellas paredes.
Con el filo del acero
forjado por mis manos,
corté las cadenas que me unían al mundo
y fuí libre, libre... 
Esperé el silencio formado a mi alrededor,
pero nunca llegó.
En un claro de mi mente
danza la luna
y en su cabello
gotas de rocío,
en la niebla las estaciones,
el tiempo y las flores. 
Mis manos devoraron el papel...
Fuí un hombre; un humano sin valor.
No encontré la sabiduría,
la gloría del que triunfa felizmente,
el reconocimiento como poeta
(quizás nunca lo fuí),
no encontré el aliento de los dioses. 
Del sufrimiento al dolor,
del alma al corazón.
Fuí un hombre de apasionados suspiros
con una vida marchita, llena de sentimientos,
aflicciones, angustia,
una vida maldita. 
Bajo la muerte que nunca muere
sus semillas se esparcen de la misma forma que lo
hacen las flores;
mis semillas no han cruzado el muro
y han muerto con sólo verlo.

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