En la oscuridad de la noche
en las vagas sombras de un nuevo amanecer
todo se torna negro, casi vacío y,
una vez más la soledad me abraza.
No sé si aún queda esperanza
con la cual, poder ayudar,
pienso y no encuentro las respuestas
me supera el dolor, pierdo la razón,
camino y encuentro una leve voz en medio de tanto caos,
esta leve esperanza pide luchar por mi vida.
El tiempo corre y las lágrimas
se beben mi sangre.
Mi alma cree mantener su llama,
pero el mundo se ha llevado mi vida.