Una lágrima quiso salir a pasear contigo,
pero tú la rechazaste "dulcemente"
no escuchaste sus razones
sólo escondiste tus ojos
y sonreiste para ella.
Recorrió feliz mi mejilla
al fin era libre
mas nunca llegaría a su destino.
Quiso gritar de dolor frente a tus rostro
quiso volver sobre mis brazos
reposarse en mi corazón,
pero ya estaba fuera de su prisión
y podía morir con orgullo.

Desde tu rostro una lágrima salió después de tanto alboroto,
no sabía muy bien que hacer
así que sólo bajo hasta donde yacía
un charco sin vida
y formó parte de él.