Cada mañana al despertar
cuando mi vida se rompe contra el piso,
cuando mis pies razgan el suelo,
cuando mis manos sacuden mi cuerpo,
cuando mis ojos quieren perderse en la oscuridad;
te siento en mi boca.
Cada tarde al hacer nada
cuando vacia se encuentra la luna
y las estrellas no salen aun a jugar;
las espero junto a ti.
Cada dia, en cualquier momento
cuando no estas, mi mundo da vueltas
pierdo la cordura, no soy yo,
ven sálvame, te necesito.
Cada noche antes de dormir
te cuelas en mi sangre
revives mi mente, mi ser;
con tres de azúcar
siempre mi fiel taza de café.