Una noche más, una más hará
que me marchite y muera.
No quiero ser sacrificada en esta historia
cómoca, trágica y sádica.
Cuanta más belleza yo les dí,
más temían, en sus vacios ojos,
un día cualquiera me olvidarán.
Necesitan hacer las cosas correctamente,
bailar, cantar las viejas canciones,
quemar las borrosas y amargas memorias.
No quiero ser en una noche
un ágrio retrato
ser pisoteada en el santuario en el que
me encuentro amargada,
soy su origen y final
conozco sus nombres,
en la oscuridad he estado creciendo;
sujétenme cuando el piso se haya vaciado
sobre el concreto.
No quiero retroceder a ese sendero vacío
una habitación oscura donde se ocultan;
han perdido la intensidad en sus ojos,
han perdido su voluntad; su amor.