miércoles, 25 de abril de 2012

Frio

Las palabras tratan de abandonar el abismo silencioso;
el páramo está inerte y callado
cubierto de nubarrones en la fría noche.

El fuego escala las murallas… sobre la luna más oscura
fría noche de invierno de claras intenciones
un ente vacío, de aguas turbias como la sangre.

En un instante el silencio se vió roto
llegó el agrio sonido, como crujir de huesos
apretujando el aire contra los pulmones.

Calma los susurros de tu voz, que
las palabras se congelan en la agitación del leve respiro;
sólo existe esa completa sensación
en las llamas de lo desconocido.

Sólo la intención de movernos quema nuestros cuerpos
el pensar en ello propaga la angustia;
la desesperación y el ardor amigos sinceros
Del frio que consume el aliento.

Aquellos...

Aquellos que, corriendo acudieron a tu llamado
fueron víctimas de su impaciencia cegadora
del poder que ofrecias;
una verdad inexistente.

Calmaron sus latidos con embriaguez
bebieron hasta olvidar la sangre derramada
sus lágrimas se fundieron en un manto escarlata.

Dieron más que un sueño,
pero ¿qué sabian de la verdad?
el mundo conocido era una vida fugaz cubierta de muerte;
no tenían que perder.

La llama que una vez fue débil y tenue,
hoy se ve como un atardecer ensangrentado,
jugaste con sus almas y hoy pagas el precio:
la fe no se adquiere con mentiras.

En la distancia


En la distancia la rabia consume mi existencia,
y entonces me llamas
desde donde la oscuridad no permite vivir.

¿Siempre estarás ahí?
¿Estarás cuando la lluvia y las nubes se fundan?
¿Cuando ya no pueda respirar?
¿Cuando mi alma se canse?

Si los sueños cambiasen mi historia,
ya no oiría los suaves gritos de la gente,
mi razón no caería en tal delirio
y mi paz, regresaría.

Nunca las puertas del cielo estuvieron abiertas,
mi alma es como ellas
una realidad hecha de fe.

De cara en la distancia mi mundo es feliz,
pero nadie asi lo ve...

Antes del último respiro

En las muchas historias versadas sobre mi
nunca se mostró el difícil camino de la miseria;
fue en este sendero donde escuché tu voz
era un niño llorando allá a lo lejos
en lo vasto de la vida.

Siento los días vacios con mi dolor
mis manos sólo lluvia
una nube pasajera entre mis dedos
una imagen adornada de toda razón.

Desde tierras lejanas a Dios
donde príncipes sueñan con sus reinos
viajé para disolver mis confusiones;
limpiar mis ojos y terminar lo que nunca comencé.

Ahora la edad muestra el dolor en mis ojos
nunca te quise tener, pero tu voz me salvó.
Aún sigo perdido en mis pensamientos de antaño
donde las respuestas y la gloria giraban a mi alrededor
ahora veo caer los bellos momentos junto a ti
como un fantasma que no puede marchar.

Dejé atrás ese frio en mis ojos que no conocía
(aunque ellos aún tratan de acompañarme)
Sacié mi necesidad de ti, arrancándote de mis manos.
Dejé caer la sangre
se derramó hasta el final
se consumió en el ardor del fuego
se consumió con el último respiro de la batalla.< t

El sol nacerá mañana

El sol nacerá mañana
entre toda la belleza que conozco y me rodea,
entre la corriente y sus aguas
entre el viento y sus brisas
entre el fuego y sus llamas.

Nacerá cada día
casi sin darse cuenta de lo cruel que puede ser la vida.
Nacerá mientras es descubierto por el tiempo
dentro del hielo creará un nuevo mundo;
sobre el suelo las semillas
sobre nosotros su triste tormento.


Si dormir pudiése
las noches llorarían su ausencia
la luna ya no tendría motivo para jugar y escapar;
si dormir pudiése
¿quién nos regalaría las mañanas?

Nacerá y muchos sobre él escribirán
bajo su manto en las cálidas amanecidas
en su fusión con el mar
en cada una de sus partidas.

Será que no entiendes
su vida no es así
es sólo un juego, una forma de cumplir su tiempo.

Nacerá en busca del fuego que arde a la luz de las velas
su mano la ferbiente llama
que abraza nuestros cuerpos,
su sangre el rojo atardecer
su alma la noche más oscura
su vida el brillo en la oscuridad.

Nacerá cuando mis palabras traten de alcanzarte
cuando los caminos se pierdan en los atajos,
en los amplios senderos del tiempo y el espacio,
con la luz de la vida
con la luz de tus ojos.

Nacerá en un vacio corazón de sangre aturdida
sus rayos de vacilantes sentimientos
tienen lágrimas que nunca se secarán.

Nacerá en busca de cada atardecer
vivirá tras la sombra melancólica de la luna
morirá con la llegada de ella
se sumergirá en la profundidad nocturna.

Un Nunca Haber

I "Recuerdos de un nunca haber"


Amanece tras la pálida noche
y recuerdo que,
ayer tu nombre iluminaba cada sombra
sobre mi frío corazón.
Y recuerdo tambien tu voz
entre tantas sombras, caras, cuerpos y siluetas
estampadas en la gélida noche
y en el inerte amanecer desolado.
Me gusta el sabor de este amanecer
cuando recuerdo las breves ilusiones que un día busqué
en lo profundo de las estrellas,
las mañanas son amargas cuando no vienes
con tu inocencia de niña asustada.
Recorría tus ojos
como buscando la inalcanzable divinidad
oculta en tus pensamientos.


II "Amanecer en los recuerdos de un nunca haber"

Nada, hasta este momento
tuvo tanto humor, tanta pasión, tanto amor
que hasta las lágrimas de la luna
iluminaban la cara oculta del espacio dormido.
Volteé mi vista
iluminada por el reflejo de la luna y las estrellas
las cuales estaban adornadas por los ojos oscuros,
que buscaba incesantemente y,
se ocultaban en tu silueta.


III "Intenciones, promesas y juegos de un nunca haber"

Moriría por abrazar tu cuerpo
rodear tu cintura
internarme en tu alma y,
buscar las amapolas sujetas a tu rostro
e intentar acariciarlas aún sabiendo
que son rosas.

Jugaré a esconderme
sobre tu delicada silueta
e iluminaré cada rincón de tu alma
para no perderme en ella y,
al final de cada noche
buscaré la última rosa que quede sobre tu jardín
y la ocultaré en mis pensamientos.


IV "El hoy de un nunca haber"

Hoy, en las gélidas estrellas
se reflejaba la marea y,
en su oleaje silbaban las incesantes luciérnagas
queriendo abrazar la luna mientras esta abría su alma y su vida.
Hoy, me dirijo hacía las estrellas y mientras recuerdo
noche tras noche amanece de nuevo y,
y durante todo este lapso de tiempo
los zafiros en tu rostro me habían iluminado.


V "Realidad de un nunca haber"

Se sentía el cálido aire inundando las nubes
durante el distante ocaso
el cual sin tí, es sólo un vacio;
y allá en la distancia
la luna se ríe de mí.

Siento que hoy, las crueles estrellas se ríen
mientras las veo cada noche,
ellas presienten como un pobre sujeto se lamenta;
viendo como dejó escapar una bella mujer
por sus dudas, por su cobardía,
por miedo a no saber declarar su amor.

Tantos deseos de ti

Tantos deseos de ti
que hasta mi corazón se consume por el placer
deseo beberme tu esencia en suspiros y jadeos
escurridos de entre mis dedos
bajo las suaves sábanas.
Mis manos ascienden a las elevadas cimas de tu pecho.

En tus ojos está el don de la belleza hecha mujer;
es algo indescriptible
mayor que la fe, aumenta mientras más crea en ella.

Transformamos temores en pura e inocente fantasía
que ninguno pudo comprender,
creamos la tormenta delante nuestro
sacudimos cada alma
rodamos para implorar, rogar salvación,
nos introducimos al desenfreno hasta padecer sufriendo e implorando.

¡Inútil es el perdón!
¡Inútil el descansar, de tanto tantos deseos de tí!